El Dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus, que en Panamá se ha convertido en un problema muy importante de salud pública. Para combatirlo se ha ideado la estrategia de introducir en el ecosistema millones de mosquitos A. aegypti (el presente en el caso de este país) que han sido modificados genéticamente para impedir la reproducción del virus en su interior. Concretamente se ha introducido en los mosquitos macho un gen que codifica una proteína tóxica que impide el desarrollo de las larvas del insecto, de manera que reduciendo su población se estaría impidiendo la infección del virus del Dengue a otros seres vivos.
Una vez liberados los mosquitos macho modificados genéticamente, se cruzarán con los mosquitos hembra salvajes, dando lugar a una descendencia con esta proteína letal. De esta forma, se espera reducir la supervivencia del propio mosquito a un 80% y el resto de supervivientes serán controlados por métodos tradicionales. Este proyecto esta a la espera de sus aprobación por la Comisión Nacional de Bioseguridad de Panamá.
Pero un grupo de investigación paralelo afirma que no todo son ventajas. Primero, se debería acabar de evaluar todos los estudios antes de liberar los mosquitos modificados. Por otro lado, hay un pequeño problema: habrá una pequeña cantidad de mosquitos que sobrevivirán y transmitirán el virus igualmente. Además, se desconoce el impacto ambiental que supondría esta reducción de la población. Finalmente, hay que tener en cuenta que esta proteína tóxica se anula en presencia de Tetraciclina, ausente en aguas limpias pero presente en aguas residuales humanas, aunque al parecer los niveles son tan bajos que no afectaría a la función de la proteína.
Aedes aegypti |
Fuente: BBC Mundo.
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