Trece ONGs denuncian un plan para teñir Alaska de negro. Ecologistas e indígenas presentan una demanda contra la Administración Obama por aprobar las prospecciones petrolíferas de la empresa Shell en el Ártico.
El próximo verano esta previsto que Shell empiece a realizar perforaciones de pozos petrolíferos en el océano Glacial Ártico. Según los expertos, el Ártico pude tener el 13% de las reservas mundiales de petróleo aún no descubiertas, lo que ha hecho que los países que rodean este océano compitan por el control de estos recursos. Shell no es la única petrolera interesada, Statoil y ConocoPhillips están esperando a ver como progresa para iniciar sus propias exploraciones.
Asociaciones locales de esquimales y ecologistas se oponen a estas exploraciones, que facilitarían que su peor pesadilla se hiciera verdad: una marea negra en el Ártico. Denuncian que no hay planes de emergencia en caso de vertido. Y en el Ártico existe el deslizamiento de enormes bloques de hielo, que puede ser una amenaza para las labores de perforación. Fallos en esas labores facilitarían las fugas de crudo.
Shell por su parte confía en que el tribunal de apelaciones acabará dándole la razón y aprobará su plan de perforaciones exploratorias en el mar de Beaufort, tal y como hizo otro tribunal en mayo. También defienden que su plan de exploración es sólido y medioambientalmente delicado. Y que en caso de marea negra la compañía pondría en marcha el sistema de respuesta antivertido más sólido de los que dispone la industria petrolera.
Los ecologistas y nativos por su parte consideran que el plan de Shell hace aguas por todas partes, y que en caso de que se produjera un vertido sería imposible para la petrolera limpiar la manera negra debido a las condiciones extremas y el aislamiento de la región. Por ejemplo, perforar solo es posible de julio a octubre, si el vertido se produjera en otoño, no se podría hacer nada para limpiarlo hasta el mes de junio, cuando llegara el deshielo. Y entonces, advierten los ecologistas, sería demasiado tarde. Los ecologistas y nativos también temen que los témpanos de hielo queden contaminados por la marea negra y sea entonces imposible deshacerse del crudo.
Recuerdan que esos témpanos de hielo son el hogar de morsas, focas y osos polares, especies ya de por si amenazadas por el cambio climático. "Dado el riesgo de un vertido de petróleo catastrófico, la Administración Obama no debería permitir a Shell jugar a la ruleta rusa con el futuro de los osos polares, las morsas del Pacífico y todo el ecosistema del Ártico", añade Rebecca Noblin, directora para Alaska del Centro para la Diversidad Biológica. Noblin cree que si los osos polares, las morsas y otras especies en peligro de extinción van a sobrevivir en un Ártico que se derrite rápidamente, "necesitamos proteger su hábitat, no sacrificarlo a las compañías petrolíferas".
Los ecologistas y los nativos también temen que "el ruido industrial" provocado por las labores de perforación, y el continuo ir y venir de barcos y helicópteros, puedan alterar o desorientar a las ballenas, los osos polares y otros animales.
Las perforaciones petroleras de Shell no sólo pondrán en peligro la vida de especies amenazadas, también la cultura y la forma de vida de las comunidades nativas de Alaska, que dependen del océano.
Por otro lado Shell está orgullosa porque ha escuchado a los vecinos de las localidades, han hecho reuniones y la petrolera ha escuchado sus preocupaciones y ha respondido a sus preguntas.
Y por supuesto, hay mucho dinero en juego.
Fuente: Público
Y esto pasa con Obama, premio nobel de la paz...
ResponderEliminarMal futuro para la humanidada :(