martes, 16 de abril de 2013

De embriones de dinosaruio


Por primera vez, los paleontólogos han podido estudiar la evolución de los embriones gracias al hallazgo en China de 200 huesos pertenecientes a 20 individuos que se encontraban en diferentes etapas de desarrollo y que quedaron enterrados hace entre 190 y 197 millones de años. Todos los fósiles, localizados en una extensión de un metro cuadrado, son de la misma especie, Lufengosaurus, un dinosaurio sauropodomorfo que tenía un largo cuello y alcanzaba los ocho metros de longitud cuando era adulto. Fue la especie más común en esa región durante el Jurásico Inferior.

"Estamos abriendo una nueva ventana para observar la vida de los dinosaurios. Se trata de la primera vez que hemos sido capaces de hacer un seguimiento del crecimiento de los embriones de dinosaurio mientras se desarrollan", ha dicho Robert Reisz, investigador de la Universidad de Toronto Mississauga y autor principal de este estudio publicado en la revista Nature. Participan también en esta investigación científicos de Taiwan, China, Australia y Alemania.



Para investigar el desarrollo de los dinosaurios, el equipo se concentró en el hueso más grande, el fémur. Este hueso mostró un índice de crecimiento más rápido, duplicándose en longitud de 12 a 24 mm a medida que el animal crecía dentro del huevo. Este crecimiento muy rápido puede indicar que los sauropodomorfos como el Lufengosaurus tenían un período de incubación corto. Observaron también que el fémur cambiaba de forma a medida que crecía y los músculos jugaban un papel muy activo en el cambio de forma de este hueso. "Esto sugiere que los dinosaurios, como las aves modernas, se movían dentro de su huevo. Es la primera prueba de un movimiento así en un dinosaurio", asegura Reisz. 

Además, pese a su antigüedad, encontraron restos de material orgánico que creen que podría ser colágeno. Hasta ahora, sólo se habían preservado trazas de proteínas en fósiles 100 millones de años más jóvenes.

El año pasado, el paleontólogo Robert Reisz publicó un estudio sobre un nido con 10 huevos de hace 190 millones de años. Aunque se encontró en 1976 en Sudáfrica, tuvieron que pasar varias décadas hasta que descubrieron que contenían embriones de dinosaurio bien conservados. Los pequeños esqueletos tenían unos 20 centímetros y estaban bien formados lo que sugería que estaban a punto de nacer cuando quedaron enterrados.



Fuente: El Mundo, ABC

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