Hoy vengo a comentar como se descubrió que el ADN era la molécula, sustancia, coso, o como queráis llamarlo, que transmite información de una generación de células u organismos a la siguiente.
Todo empezó con Frederick Griffith. Griffith trabajó con dos cepas diferentes de Diplococcus pneumoniae, la bacteria que provoca la neumonía. Una de estas cepas, la cepa S era virulenta y mataba a los ratones a los que se inyectaba. La cepa R en cambio era no virulenta, y los ratones sobrevivían.
A partir de ahí Griffith mató por calor algunos neumococos de la cepa S, y al inyectarlos en los ratones, estos sobrevivían. Sin embargo, si estos neumococos muertos los mezclaba con neumococos de la cepa R, la cepa no virulenta, y entonces los inyectaba a los ratones, éstos ahora si morían.
De estas experiencias se concluyó que debía existir algo que transformaba a las cepas no virulentas en cepas virulentas.
Fue Oswald Avery y sus colaboradores los que determinaron que ese algo era el ADN. Para hacerlo rompieron totalmente los neumococos virulentos y separaron los grandes grupos de moléculas orgánicas que formaban parte de ellos: los glúcidos, los lípidos, las proteínas y el ADN.
Avery y sus colaboradores mezclaron cada uno de esos grupos con células vivas de la cepa no virulenta. Al mezclarlas con los glucidos, lípidos y proteínas e inyectarlas a ratones, éstos sobrevivían. Sin embargo, la inyección de la cepa no virulenta que había sido mezclada con ADN de la cepa virulenta, mataba al ratón.
De esta forma se determinó que era el ADN la molécula, sustancia, coso, o como queráis llamarlo, que transmite
información de una generación de células u organismos a la siguiente.
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