El Día Mundial del Sobregiro representa un hito desafortunado: es el día en el que la humanidad comienza a vivir más allá de sus medios ecológicos. Después de ese día, utilizaremos los recursos a ritmo mayor de lo que el planeta los puede regenerar en un año.
Ahora requerimos el equivalente de 1.3 a 1.5 planetas para mantener nuestros estilos de vida. Puesto de otra forma, en menos de 9 meses la humanidad habrá utilizado los servicios ecológicos que la Tierra puede regenerar en 12 meses.
Los resultados de nuestro gastos excesivo ecológico son más claros con el pasar de los días. El cambio climático –un resultado del carbono emitido más rápidamente de lo que puede ser reabsorbido por los bosques y los océanos- es el resultado más obvio y posiblemente más urgente. Pero existen otros a su vez: la disminución de bosques, la pérdida de especies, el colapso de pesquerías y la presión sobre el agua dulce, sólo para nombrar algunos.
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Os dejo también una gráfica sobre la huella ecológica que estamos dejando y que teóricamente dejaremos en los próximos años, tanto si cambiamos de mentalidad y hacemos algo para ayudar al planeta, como si no lo hacemos. La huella ecológica es una medida indicadora de la demanda humana de los ecosistemas del planeta poniéndola en relación con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos. Representa «el área de aire o agua ecológicamente productivos (cultivos, pastos, bosques o ecosistemas acuáticos) necesarios para generar los recursos necesarios y además para asimilar los residuos producidos por cada población determinada de acuerdo a su modo de vida en específico, de forma indefinida»
Fuentes: Fundación Biodiversidad, Global Footprint Network
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