El año 2011 ha acabado con un récord. Concretamente con un número récord de incautaciones a gran escala de marfil, lo que apunta a un resurgimiento de la caza furtiva de elefantes en África para atender a la demanda de Asia de colmillos de elefante para uso ornamental y joyería, según ha denunciado el grupo de monitorización Traffic.Este grupo conservacionista dedicado a vigilar las tendencias del tráfico de especies salvajes, afirmó el martes 27 de diciembre que se han producido, al menos, 13 decomisos a gran escala de unos 800 kilogramos cada uno de marfil en 2011, lo que representa más del doble de las seis confiscaciones del año anterior.
En un comunicado, la organización ha asegurado que una estimación conservadora del peso del marfil en estas 13 grandes incautaciones muestra que se han capturado más de 23 toneladas, lo que supondría que se le habría retirado el marfil aproximadamente a 2.500 elefantes.
El director del Sistema de Información del Mercado de Elefantes de Traffic, Tom Milliken, que está asentado en Zimbabwe, ha dicho que este ha sido el peor año de grandes capturas en las últimas dos décadas desde que funciona la base de datos. Millikien ha subrayado que la caza furtiva y el comercio ilegal son consecuencias de las inversiones que China está dirigiendo en África para asegurarse los minerales y los recursos energéticos para atender sus demandas de combustible y crecimiento económico.
Asimismo, ha denunciado que parte de este marfil se gestiona en los mercados ilegales podría proceder de las reservas de los gobiernos africanos de incautaciones anteriores, pero los números del mercado y los datos de otros observadores de vida salvaje indican un incremento de la muerte de elefantes.
"Los datos de este mercado sugieren que miles de elefantes están siendo matados este año... Creo que África Central ha resultado brutalmente afectada, especialmente República Democrática de Congo", ha denunciado Millikien, que ha dicho que también se está produciendo caza furtiva de elefantes en Zimbabwe, Zambia, norte de Mozambique, Kenia y Tanzania.
En 1989 se adoptó una prohibición total del comercio de marfil a nivel mundial que fue ampliamente acreditada con una derivada de matanzas despiadadas de los elefantes africanos en países como Kenia. Además, según Traffic, la mayoría del marfil ilegal africano se dirige a los mercados de China o Tailandia.
Las estimaciones de población de elefante africano varía de los 400.000 a los 700.000 ejemplares. En algunos países del sur de África, tales como Botswana, hay grandes poblaciones de elefantes que están en aumento y en Sudáfrica existe una preocupación de que el número de elefantes ha crecido hasta tal punto que están dañando el medio ambiente de las reservas protegidas. Sin embargo, en el resto de las zonas la situación está lejos de ser alentadora. En las áreas más anárquicas o con falta de legislación de República Democrática del Congo, la caza furtiva está desenfrenada.
Fuente: El Mundo
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