lunes, 23 de mayo de 2011

De bosques y fragmentación

Cada año desaparecen en Europa 14 millones de hectáreas de bosque, que viene a ser la misma superficie de bosque que nos queda en España. Pero lógicamente no solo desaparecen los bosques, también desaparecen las especies que viven en ellos.


Más del 80% de los ejemplares singulares (ejemplares ancianos que dan cobijo a numeras especies animales y vegetales) han desaparecido en el último siglo en España víctimas de incendios, talas, enfermedades y cada vez más frecuentemente, obras y proyectos urbanísticos. La pérdida de hábitat por mano del hombre va ligada a otro fenómeno: la fragmentación del hábitat.
Esta fragmentación supone una pérdida de calidad del hábitat debido a los efectos de borde, efectos que se deben al contraste brusco entre el borde del bosque y el hábitat de origen humano que lo rodea. Esta pérdida de calidad de hábitat hace que las especies que necesitan el bosque para sobrevivir vean disminuido aún más el hábitat del que disponen, puesto que no pueden emplear las zonas fronterizas entre bosque y hábitat humano. Los efectos de borde pueden penetrar algunos metros, pero también kilómetros, en función del tipo de efecto, del contraste entre bosque y hábitat... También depende del tamaño y forma de fragmento, los efectos aumentan conforme aumenta el perímetro y disminuye el área.

Además de la pérdida de cantidad y calidad de hábitat no hay que olvidar que las especies necesitan un tamaño mínimo de área para sobrevivir. Numerosos fragmentos pequeños de bosque solo mantendrán a las especies menos exigentes, mientras que para aquellas que necesiten una superficie elevada serán insuficientes, y no conseguirán sobrevivir, de ahí la importancia de mantener grandes extensiones boscosas.




Fuente: Público


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