El retorno del Neandertal

Por ahora, el genoma del hombre de Neandertal es una cadena abstracta de miles de millones de letras de ADN almacenados en bases de datos informáticas. Pero, naturalmente, despierta la imaginación: ¿Podrían los  científicos usar esa información genética para crear neo-neandertales de carne y hueso?

Los expertos creen que en un futuro no muy lejano, los avances en la ingeniería genética podría permitir que eso ocurriera. Pero si esa resurrección debería suceder es otra historia.

Desde el nacimiento en 1996 de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado del mundo, los científicos han ampliado y mejorado las técnicas de clonación. Entre otras especies se han clonado perros, gatos, ratas, cerdos y vacas. En 2003, investigadores españoles fueron los primeros en traer de vuelta una especie extinguida, la cabra montés pirenaica, el bucardo, aunque el clon sólo vivió unos minutos debido a un fallo respiratorio (si no recuerdo mal mis años de estudiante).

Todos estos ejemplos se realizaron usando una técnica llamada transferencia nuclear. A partir de una célula intacta (fresca o congelada) del animal que les gustaría clonar, los científicos primero retiran el núcleo, donde reside el ADN, y la inserta en un óvulo vaciado de la misma o una especie relacionada. Este óvulo híbrido se implanta en el útero de una hembra para la gestación subrogada, y voilà: la madre de alquiler da a luz a un clon.

Pero no hay células intactas de Neandertal. Descifrar el genoma del Neandertal ha significado unir muchos fragmentos de ADN extraídos minuciosamente de huesos de 40.000 años de antigüedad. Entonces, ¿cómo podría ser posible la clonación? 

En su libro Regenesis, George Church, genetista de Harvard,propone un enfoque diferente para la clonación de animales extintos cuyo genoma ha sido secuenciado. Se inicia con una célula sana de una especie muy parecida (en el caso del Neandertal, el proceso comenzaría con una célula sana de un humano moderno). Con los nuevos trucos de la ingeniería genética, los investigadores podrían realizar ajustes en el ADN de la célula humana para que coincida con el código genético del Neandertal.

Eso es más difícil de lo que parece, ya que hay millones de lugares en el genoma que son diferentes en los humanos modernos y en los Neandertales. Church apunta a una nueva técnica llamada CRISPR que hace posible editar múltiples sitios en el genoma de una vez. Un artículo que describe el proceso fue publicado en Science en enero. Con esta publicación, "la ingeniería genómica en células de mamíferos ha dado un gran paso hacia adelante", dice Church.

Aunque las técnicas no son sofisticadas o lo bastante baratas todavía para recrear un genoma Neandertal, Church piensa que la idea es plausible. 

Si una célula humana se pudiera neandertalizar, sería implantada en el útero de una madre de alquiler, ya sea una mujer o una chimpancé, y luego se convertiría en un feto. Pero este paso, también, sería muy difícil de conseguir, ya que la tasa de fallos es muy elevada.

En el caso de la cabra montés pirenaica, por ejemplo, los científicos españoles crearon 439 óvulos con núcleos de la especie extinguida, pero sólo 57 se convirtieron en embriones. Cinco sobrevivieron al término del embarazo, y sólo uno nació. Cifras como estas probablemente causarían un alto precio emocional y físico en las madres de alquiler humanas.

"Lo que es más probable que suceda es que vas a obtener mutaciones realmente perjudiciales o letales. Usted va a obtener una gran cantidad de muertos proto-neandertales", James Noonan, genetista de la Universidad de Yale argumenta..

Incluso si un clon sobreviviera, los dilemas éticos de criar a un Neandertal serían complicados. En algunos aspectos, los neandertales eran similares a los humanos modernos. Utilizaron herramientas y crearon arte, y probablemente tenían la capacidad mental para el lenguaje y el pensamiento abstracto.

En otros,sin embargo, los neandertales eran muy diferentes. Ellos se extinguieron antes de la revolución agrícola, por lo que los nuevos Neandertales probablemente tendrían dificultades estomacales para asimilar nuestra dieta moderna, basada en cereales y productos lácteos. Su apariencia física, bajos y rechonchos, con cabezas grandes y fuertes músculos, también los haría destacar.

"Puedo imaginar que habría un peaje emocional grave al ser criado un niño neandertal con un montón de no-neandertales a su alrededor", dice Trenton Holliday, un antropólogo de la Universidad de Tulane.

Por ejemplo, si el niño Neandertal es mucho más fuerte que los humanos modernos, él o ella, podría ser excluido de los equipos deportivos, dice Holliday. Si tiene una discapacidad intelectual, o es intelectualmente dotado, él, o ella, podría ser puesto de lado en los programas educativos.

Church está de acuerdo en que estas cuestiones éticas son importantes y hay que considerarlas en cualquier proyecto de clonación. "Para todas las especies, queremos aprovechar al máximo las posibilidades de que nazcan y vivan física y socialmente una vida sana".

Algunos científicos se preguntan si hay alguna razón científica válida para traer de vuelta un clon de Neandertal.

"Puedes tener un genoma neandertal que crece en una madre humana, pero por supuesto, el medio ambiente y el desarrollo, así como el entorno educativo y los estímulos cognitivos que rodean a alguien nacido actualmente son totalmente diferentes a los de un entorno Paleolítico", dice Carles Lalueza-Fox , un investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona.

En lugar de traer un conjunto de Neandertales, algunos científicos dicen que sería más útil, y éticamente aceptable, centrarse en la fabricación de algunos de sus células.

Este enfoque podría descubrir diferencias biológicas entre los neandertales y los humanos, lo que permitiría a los antropólogos entender mejor las historias evolutivas divergentes de las dos especies. Una comparación celular podría incluso conducir a nuevos conocimientos sobre las enfermedades modernas.

En 2010, a partir de los huesos de Neandertal encontrados en una cueva de Croacia, los científicos publicaron el primer borrador del genoma de nuestro primo antiguo. Se sacudió el campo de la antropología por revelar, entre otras cosas, que algunos de estos rechonchos, cabezones homínidos se habían cruzado con los ancestros de los humanos modernos.

Las exposiciones climáticas, las dieta y las enfermedades que los neandertales tuvieron no son las mismas que las de nuestros antepasados, y dejó marcas diferentes de adaptación en su genoma. Y, sin embargo los neandertales son mucho más similares a los humanos modernos que los animales modelo usados normalmente para estudiar enfermedades.

Por ejemplo, un estudio de 2011 descubrió que los humanos modernos tenemos variantes en los genes relacionados con el sistema inmune que los neandertales no poseen. Para obtener más información acerca de las consecuencias biológicas de estas diferencias genéticas, Noonan sugiere coger una célula inmune humana y hacerla más Neandertal y luego ver si tiene, o no, la misma clase de capacidad de respuesta a patógenos.

Para John Hawks, un antropólogo de la Universidad de Wisconsin-Madison, los humanos modernos son portadores de mutaciones genéticas relacionadas con enfermedades autoinmunes y la enfermedad celíaca. Hawks sugiere que la comparación de las células neandertales y humanas podría ayudar a los investigadores luchar contra las enfermedades modernas.

"Estamos pensando en una población ancestral que tenían huesos gruesos, densos y músculos fuertes", defiende Hawks. "Si se pudiera encontrar alguna forma de modificar la biología humana de una manera que sea más similar a la de Neanderthal, se podrían tratar la osteoporosis y la pérdida de masa muscular."

Por ahora, la tecnología para el estudio de la biología de Neandertal sigue estando fuera de alcance. Pero muchos expertos predicen que es sólo una cuestión de tiempo.

Os dejo esta otra entrada sobre mamuts y clonación :)

Fuente: National Geographic